jueves, 17 de diciembre de 2009
Amor oculto
lunes, 7 de diciembre de 2009
Ya no sé...
Ya no sé a quién seguir o con quién debo hablar,
Ya no sé si es cuestión de querer o es cuestión de odiar,
Ya no sé si hacer el bien o hacer el mal,
Ya no sé en quién creer o a quién rezar…
Sólo necesito normalidad.
viernes, 4 de diciembre de 2009
Thoughts
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Corazón en puño...
Sintiendo un vacio abismal que nunca antes había sentido me dispongo a corregir mis pasos y a volver en el camino para enmendar mis fallos, para no sentir, para ser persona, para ser un poco más humano… Quisiera arrancarme el corazón de cuajo por las consecuencias que éste trae… Al fin y al cabo, qué nos otorga, ¿Vida? Es un término sobrevalorado, algo a lo que damos demasiado valor. Otra de las cosas que nos brinda este músculo inútil es el dolor, ese que sentimos cuando un amigo se va, cuando un amor muere, cuando una ilusión se rompe… Sí, hablo de ese dolor, ese que experimentáis cuando, con un ramo de flores en la mano, un "No" atraviesa tu pecho como un puñal… Ese dolor de ver como la vida de la persona a la que más quieres se esfuma entre tus dedos sin poder hacer nada para dar marcha atrás y deshacerlo todo… Sí amigos, ese dolor. Tampoco podemos olvidar, obviamente, esta sensación estúpida que nos controla la mayoría de las veces… Eso llamado… Amor: sentimiento completamente inútil el cual transforma nuestro corazón en la diana principal de una atracción de circo, que lo manipula a su antojo, que lo rasga cada vez que falla en su puntería y que una vez llega a su límite, se quiebra en mil pedazos que terminan siendo muy, pero que muy complicados de volver a poner en su sitio. Amigos, yo, desde aquí, con el corazón en un puño, intentado reconstruirlo, os digo: Que nunca más sintáis nada por nadie. Cerrad vuestro corazón con las puertas más acorazadas de las que dispongáis, vestidlo con las mejores armaduras que tengáis y si tenéis un cofre, encerrarlo dentro, bajo llave y luego tiradla al mar… Sólo de esa forma os otorgo una vida sin decepciones, sin dolores, sin emociones. Una vida en la cual tú gobiernas en ti mismo, una vida que no te hará derramar ni una sola lágrima por nada ni por nadie, una vida en la que tú eres el que lleva las riendas… Una vida en la que tú eres tu propio rey.
Alejandro Palma.