lunes, 18 de mayo de 2009

En honor a Benedetti: Hombre preso que mira a su hijo

Cuando era como vos me enseñaron los viejos y también las maestras bondadosas y miopes que libertad o muerte era una redundancia a quien se le ocurriria en un país donde los presidentes andaban sin capangas. Que la patria o la tumba era otro pleonasmo ya que la patria funcionaba bien en las canchas y en los pastoreos. Realmente no sabian un corno pobrecitos creian que libertad era tan solo una palabra aguda que muerte era tan solo grave o llana y carceles por suerte una palabra esdrújula. Olvidaban poner el acento en el hombre. La culpa no era exáctamente de ellos sino de otros mas duros y siniestros y estos si como nos ensartaron en la limpia república verbal como idealizaron la vidurria de vacas y estancieros y como nos vendieron un ejército que tomaba su mate en los cuarteles. Uno no siempre hace lo que quiere uno no siempre puede por eso estoy aqui mirándote y echándote de menos. Por eso es que no puedo despeinarte el jopo ni ayudarte con la tabla del nueve ni acribillarte a pelotazos. Vos ya sabes que tuve que elegir otros juegos y que los juegue en serio. Y jugue por ejemplo a los ladrones y los ladrones eran policias. Y jugue por ejemplo a la escondida y si te descubrian te mataban y jugue a la mancha y era de sangre. Botija aunque tengas pocos años creo que hay que decirte la verdad para que no la olvides. Por eso no te oculto que me dieron picana que casi me revientan los rinones todas estas llagas hinchazones y heridas que tus ojos redondos miran hipnotizados son durisimos golpes son botas en la cara demasiado dolor para que te lo oculte demasiado suplicio para que se me borre. Pero también es bueno que conozcas que tu viejo callo o puteo como un loco que es una linda forma de callar. Que tu viejo olvido todos los números (por eso no podria ayudarte en las tablas) y por lo tanto todos los teléfonos. Y las calles y el color de los ojos y los cabellos y las cicatrices y en que esquina en que bar que parada que casa. Y acordarse de vos de tu carita lo ayudaba a callar. Una cosa es morirse de dolor y otra cosa es morirse de verguenza. Por eso ahora me podes preguntar y sobre todo puedo yo responder. Uno no siempre hace lo que quiere pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere. Llora nomas botija son macanas que los hombres no lloran aqui lloramos todos. Gritamos berreamos moqueamos chillamos maldecimos porque es mejor llorar que traicionar porque es mejor llorar que traicionarse. Llora pero no olvides
Mario Benedetti.

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