domingo, 30 de agosto de 2009

2º Premio: Un nuevo amanecer (Crepúsculo)

Esta vez descubrí que el amor verdadero no residía en una persona la cual conoces desde hace tiempo… No, en mi caso se trataba exactamente de todo lo contrario. Edward llevaba en mi vida poco menos de cuatro años y medio y ya se había convertido no solo en mi razón de existencia sino también en lo que yo consideraba vida, ese término que dejó de existir para mí hace poco con el suceso de mi conversión vampírica.

Las cosas las empezaba a ver desde otro punto después del enfrentamiento con el ejército Vulturi y con los jefes del clan. En mi vida había imaginado que en mí, una chica tan patosa, normal y extraña a la vez, se pudiera hallar semejante poder como el que demostré protegiendo a mi familia de los ataques invisibles de nuestros adversarios y sobre todo protegiendo a mi otro pedacito de vida: Renesmee.

Juntos y sin darnos cuenta nos habíamos embarcado en la grata vida de ser padres por vez primera. Nessie era una niña muy especial a la cual quería con todo mi corazón y mi ser. El problema llegó un día de invierno, cuando ella jugueteaba con Jacob.

-Vaya Nessie, cada vez tienes los colmillos más afilados. –Le oí decir a Jacob. Las carcajadas de Renesmee se oían en toda la casa.

-Venga Jake, ¡No seas tan quejica! –Me encantaba verla tan feliz junto a Jacob, si ella era feliz, yo lo era con ella. Aunque ese día las cosas eran un poco diferentes de lo que antes lo eran… La mirada de Jacob era distinta. Miraba a Nessie de una forma extraña. Me daba la sensación de que planeaba algo…

-Jacob, ¿Puedes venir un momento, por favor? –Intenté que sonara lo más dulce y tranquilizante posible… Pero era malísima para esas cosas. Nervioso, se acercó.

-¿Qué te pasa Bells?, Te noto rara… Crispada.

-Tú sabrás por qué. ¿Qué plan te cruza la cabeza en estos momentos? Sé que tiene que ver con Nessie y que no me gustará para nada. –Odiaba que Edward no estuviera en casa, justo ese día había salido con el resto de la familia a cazar. –Sabes que Edward no tardará en volver y que lo adivinará de todas formas.

Vi como empezaba a temblar, realmente ocultaba algo y se había puesto nervioso con mi pregunta. Estaba claro que no tenía buenas intenciones tampoco. De repente, todo se me aclaró en un segundo. La forma en que miraba a Nessie los últimos días, el acercamiento en aumento a diario… Realmente lo que tenía planeado hacer era aún peor de lo que me imaginaba.

-¡Jacob Black!, ¡No se te ocurra pensar si quiera en ese estúpido plan!, Sabes de sobra que daríamos contigo y que Edward no te dejará escapar vivo si logras hacerlo.

Su cara y su vergüenza dibujada en ella me lo dejaron muy claro, no me estaba equivocando. Jacob quería llevarse a Nessie con él para poder vivir con ella a solas sin tener que preocuparse de los horarios que le habíamos marcado para asistir a verla.

Un par de segundos después, la cara de Jacob pasó de la vergüenza al sufrimiento interno. ¿Me estaría equivocando yo y lo que realmente quería era…? No puede ser.

-Ya veo, lo que planeas no es llevarte a Nessie para quedártela, sino para quitarte la vida provocando a Edward.

Una vez más, su silencio y su rostro le delataron.

-Bella no hables si no sabes. No tienes ni idea del sufrimiento por el que paso día a día. Ver a Nessie con esa cara de inocente belleza, esos pómulos que me recuerdan tanto a los de su madre al igual que los ojos… Todo hasta ahí es perfecto hasta que me sonríe y nuevamente deparo en que es vampira. ¡No puedo vivir así! Viéndola crecer día a día y saber que nunca podré ser más que un amigo para ella. No tienes ni idea Bella.

No podía dar crédito a sus palabras recientemente dichas. Jacob tenía razón y nosotros no podíamos hacer nada para solucionarlo. Me dolía muchísimo ver a mi mejor amigo sufrir de ese modo, pero no, no podíamos ayudarle. Un sentimiento de culpabilidad y tristeza se apoderaron de mi estado en menos de una milésima de segundo.

La escena se había paralizado y no quedaba más que la incertidumbre y la desesperación de Jacob grabados en su rostro, el cual estaba clavado en el suelo con una lágrima naciendo de la cuenca de sus ojos. Nessie estaba ajena a todo esto, pero pudo palpar la tristeza tanto como nosotros. Se acercó a él y le dijo

-Jake, no estés triste… Siempre serás mi lobo favorito

Las lagrimas terminaron por salir de los ojos de Jacob, muriendo en su mentón y arrojándose al vacío.

Alejandro Palma

1 comentario:

  1. otro que ya me conozco!!!

    =D ya sabes que yo mucho de Crepusculo, como que no! pero bueno... =D


    tq

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