domingo, 30 de agosto de 2009

Utopía Vs Realidad

Sueños efímeros,

Ilusiones pasajeras...

Futuro de visión translúcida.

Pensamientos opacos, confusión nítida.

Fue hace más de quince años cuando mi mente experimentó todas estas experiencias en un corto periodo de tiempo.

En ese entonces soñaba con una gran vida en los apartamentos más lujosos de Los Ángeles, con una vida casi perfecta, dedicándome al cien por cien a aquello que me gustaba: el teatro.

Una existencia con matices de colores cálidos y alegres.

Ahora me río de todo aquello... Puesto que no he logrado conseguir nada. Nunca he sido un chico de mucho dinero, pero sí de una gran mente. Mi imaginación se ha elevado a lo largo de mi vida más allá de lo que la mente humana comprende. Tanto es así, que logré crear una quimera de ilusiones que me hicieron soñar con un mundo perfecto, con la alegre utopía que todos deseamos.

En estos momentos vivo en un pequeño vecindario situado a las afueras de Nueva Jersey. Un lugar apartado de la mano de Dios donde los niños juegan con bolsas rotas de basura y sus camiones de bomberos son sustituidos por palos y piedras.

Un lugar donde comprendí que nunca se llega a lo que se quiere en esta vida si no es mediante esfuerzo. Y viviendo en una sociedad como en la que vivímos hoy en día, corrompida por el capitalismo y por el deseo de consumisión, tambien se necesita dinero, muchísimo dinero.

Mi porsche amarillo con llantas de aleación y trescientos caballos de velocidad se ha esfumado de mi imaginación convirtiendose en un escarabajo del año 1980 al cual le cuesta arrancar y que pierde piezas en los trayectos que realizo junto a él.

Mi casa en el centro de la gran ciudad de Los Ángeles se ha convertido en una chabola de veinte metros cuadrados con electricidad robada de los cables de alta tensión que tengo más cercanos.

Mi carrera como actor en los grandes cines de Hollywood ha desenvuelto en repartidor de pizzas a domicilio, un trabajo de media jornada que me da el salario justo para comprar agua y pan todos los días.

Las montañas de dinero que había imaginado ganar con mi carrera como cineasta se han visto transformadas en montañas de basura acumulada en los rincones de mi pequeña y humilde morada...

Lo único que puedo advertiros para ayudaros, es que no hay nada mejor que la realidad y la cercanía al suelo que pisas. Nunca te eleves más alto de lo que puedas alcanzar, porque como todos sabemos, la caída será aún mas dolorosa.

Alejandro Palma

1 comentario:

  1. un año para leer.. o dos! uU

    sabes, siempre te digo que no vueles tanto!

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